El documental La conexión verde no solo aborda la relación entre la inteligencia vegetal y la crisis climática, sino que también integra un compromiso activo con la sostenibilidad.
El sector audiovisual tiene un impacto ambiental considerable, desde el consumo de energía hasta la gestión de residuos y los desplazamientos. Por eso, cada vez más producciones audiovisuals adoptan prácticas sostenibles para reducir su huella de carbono y minimizar los efectos negativos sobre el medio ambiente.
Desde el inicio de la producción de este largometraje documental, dirigido por la cineasta canadiense Su Rynard, el equipo ha trabajado con la empresa K is For Knowledge en un plan de medición de la huella de carbono y un estudio de sostenibilidad para garantizar una producción más respetuosa con el planeta. El rodaje, que ha comenzado en Murcia con el apoyo de la Universidad de Murcia, se desarrolla siguiendo criterios ecológicos como el uso de energías renovables, la reducción de plásticos de un solo uso y la gestión eficiente de los recursos.
El documental sigue a tres destacados protagonistas: Paco Calvo, catedrático de filosofía de la ciencia en la Universidad de Murcia, que investiga la capacidad de las plantas para aprender y tomar decisiones; Suzanne Simard, ecóloga forestal de la University of British Columbia, experta en sostenibilidad y colaboración en los bosques; y Robin Wall Kimmerer, ecóloga indígena de la State University of New York, que aporta una perspectiva basada en la sabiduría ancestral. La película también apuesta por técnicas de filmación innovadoras como la luz infrarroja, ultravioleta y el time-lapse, que permiten capturar la inteligencia vegetal de una manera inmersiva y onírica.
Este compromiso con la sostenibilidad no solo es una responsabilidad ambiental, sino que también sirve de ejemplo para la industria audiovisual y sensibiliza al público sobre la necesidad de adoptar modelos de producción audiovisual más sostenibles. El cine tiene el poder de generar conciencia e inspirar acciones concretas para hacer frente a la crisis climática, y La conexión verde es una clara muestra de esta voluntad de cambio.